Teníamos muchas ganas de hacer un safari en Kenia con masáis, y además, era la primera vez que viajábamos habiendo lanzado Trip to Help. Además de disfrutar, íbamos con la mirada puesta en el análisis de lo que íbamos a vivir, para luego contarlo. Y sobre todo, teníamos ganas de ver cómo era eso de ir de safari con masáis. También queríamos ver las diferencias había con el safari de 5 días que hicimos en Tanzania. ¿Cuál nos gustaría más? ¿Es Kenia mejor que Tanzania? No lo sabíamos.
Éstas y otras preguntas nos rondaban por la cabeza. Era nuestro primer viaje de trabajo* con Trip to Help, y eso sumaba un poco más de nerviosismo, a la vez que de ilusión. Y otra cosa más: Raquel iba embarazada de 16 semanas. Sin duda, ya desde el inicio, era una aventura que no íbamos a olvidar jamás.
*Nota: Si acabáis de llegar en este post y no entendéis mucho eso qué es eso de ir de trabajo a un safari en Kenia, leed “Sobre Nosotros“, y así nos conoceréis más y tendréis toda la información sobre lo que somos y hacemos.
Vamos por pasos, vamos a explicaros cómo llegar a Kenia, cómo adentrarnos en el Masái Mara, y luego iremos detallando todos los highlights de nuestro safari en Kenia. ¡Allá vamos!
Cómo llegar a Kenia
Si quieres hacer un safari en Kenia, lo más fácil es que busques un vuelo a Nairobi. El Aeropuerto de Nairobi está muy bien comunicado con toda Europa y puedes encontrar vuelos a buen precio. En la mayoría de veces, sólo con una escala tienes suficiente.
Nosotros compramos el vuelo con poca antelación, nos costó bastante encontrar un vuelo barato y tuvimos que pagar 745 euros por persona (i/v) con escala en Amsterdam. Como Raquel estaba embarazada, nos queríamos esperar a tener las primeras pruebas y ecografías para saber que todo marchaba bien. Si no hubiéramos esperado (lo que hacemos habitualmente), los vuelos nos hubieran costado 200 euros más baratos. Pero en esta ocasión, pusimos el freno y los compramos a última hora.
Lo recomendable es comprarlos con unos meses de antelación. Si queréis buscar vuelos baratos a Kenia, la mejor herramienta es Skyscanner:
Una vez llegamos al Aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta de Nairobi, nuestro conductor ya nos esperaba para llevarnos al Masái Mara, donde se realizan la mayoría de safaris en Kenia.
A la salida del aeropuerto, hay 3-4 tiendas de compañías telefónicas donde puedes comprar una SIM para disponer de cobertura e internet durante todo el viaje. Compramos una SIM de la compañía safaricom. Nos costó unos 20€, 15 GB de internet con llamadas incluidas.
Cómo ir desde Nairobi al Masái Mara
Para ir al Masái Mara hay dos opciones: en vehículo 4×4 o en avioneta. Nosotros a la ida fuimos en una furgoneta 4×4, el trayecto fue de unas 5 horas. A la vuelta decidimos ir en avioneta, y fueron unos 45 minutos. Nosotros, ahora que lo hemos vivido, recomendamos ambos: es una buena combinación. Con coche puedes ir parando, viendo los paisajes increíbles, y percibes el contraste brutal entre Nairobi, sus afueras, y luego las zonas rurales. Te permite empaparte de mil impactos, y eso forma parte del viaje. En avioneta, por otro lado, además de ir bastante más rápido y de ser menos cansado, ves Kenia desde el aire, su infinidad, la sabana, los campos, y te das cuenta de las diferencias abismales que hay entre sobrevolar cualquier país en Europa, y sobrevolar este país africano.
Nosotros llegamos a Nairobi a las 7 am, y a las 9 am, después de hacer varias gestiones (sellar pasaporte, recogida de maletas, alta de tarjetas SIM, etc) salíamos con nuestro conductor dirección Masái Mara. Cuando cruzamos el Valle del Rift, nos paramos a tomar unas fotos en un mirador que hay con varias tiendas de artesanías y bebidas. ¡Precioso! Aquí empezamos a disfrutar de la naturaleza.
Llegamos a nuestro alojamiento en medio del Masái Mara
Unas horas más tarde llegábamos al alojamiento de la ONG, regentado por masáis, y sin descansar ni 5 minutos nos subimos a otro 4×4 para hacer nuestro primer safari en el Masái Mara. Este proyecto es ahora el que vosotros también podéis visitar si viajáis con Trip to Help a Kenia. Gracias a los viajeros, pueden pagar la educación de unos 400 niños, y además, tienen programas de empoderamiento femenino y microcrédito, para ayudar a la población local a tener su propio sustento de vida. Tienen 9 tiendas como esta, está todo incluido, y tienes la escuela al lado, que puedes conocer con todo detalle. Más del 80% de tu viaje con Trip to Help repercute directamente en este proyecto. ¡Te explicamos más abajo!
Una nueva forma de viajar: un safari solidario
En Trip to Help solo ofrecemos experiencias y rutas que previamente hayamos vivido en primera persona y que sepamos con certeza que tienen un impacto positivo en el territorio visitado. En este caso, no queríamos hacer un safari con una empresa local de Kenia, sino con una ONG fundada por un líder masái que destina todos los beneficios del turismo a proyectos sociales para la comunidad masái, por ejemplo, escuelas para niños o programas de empoderamiento femenino. De esta manera, viajas y tienes una experiencia inolvidables, y a la vez, contribuyes. Este modelo, además de poner la sostenibilidad por delante, tiene un impacto regenerativo: es decir, no sólo viajas respetando el ecosistema, la cultura local, y a su población. Viajas contribuyendo a que el territorio pueda desarrollarse de manera sostenible. No dejas el lugar como te lo has encontrado, sino que que tu viaje hace que mejore.
Hacer un safari solidario en Kenia con Trip to Help tiene varias ventajas:
- Colaboras con el desarrollo de la comunidad ya que el dinero se reparte equitativamente y no se queda a manos de un empresario.
- Hacer un safari directamente con los masáis, ellos son el centro de todo, y los que conocen mejor que nadie el territorio (llevan siglos viviendo allí).
- Duermes en un alojamiento sostenible a nivel medioambiental (sin plásticos, con política de reutilización de ciertos utensilios, una cantidad de agua al día disponible, placas solares, cocina con alimentos locales y de proximidad…).
- Importante: estás en el Masái Mara, pero fuera de la Reserva Nacional. Estás en un área de conservación, donde vive la población masái. No han sido expulsados de allí. Estar en un área de conservación significa estar más tranquilo. No hay prácticamente afluencia de turistas, y eso se nota a la hora de ir de safari, y en la tranquilidad de los animales. Si te lees la Lonely Planet de Kenia verás que explican que recientemente, se ha visto un cambio de comportamiento de los animales de la Reserva Nacional, que muchas veces se mueven a zonas más tranquilas, como las áreas de conservación.
- Disfrutas más que haciendo el safari con una empresa local ya que no hay nadie mejor que un masái para encontrar leones u otros depredadores.
- Doble felicidad por parte del viajero: Disfrutas de una experiencia inolvidable mientras estás ayudando a la comunidad.
No confundir con voluntariado
Es importante no confundir este tipo de turismo con voluntariado o volunturismo. Son cosas distintas. Tampoco es lo mismo una agencia o guía que colabore dando un % de sus beneficios a una ONG o proyecto local, o existir para darlo prácticamente todo a la comunidad, como filosofía, como es el caso de Trip to Help. En el segundo día de safari explicamos un poco más sobre esto.
Hacer un safari en Kenia
Primer día de Safari en Kenia.
Fue llegar al campamento, dejarlo todo menos la cámara, y realizar nuestro primer safari en Kenia. Nos juntamos con un fotógrafo y otras personas que se estaban alojando en el mismo campamento de la ONG. Éramos dos coches, nosotros íbamos con William, guía y líder de la comunidad masái, y Rosa, ambos fundadores de la ONG.
Sólo al salir de nuestro alojamiento, a unos 10 minutos, ya nos metimos por caminos en búsqueda de animales, y pocos minutos después ya teníamos a jirafas, cebras, ñus y hienas a nuestro alrededor.
Un Safari a pie
Era nuestro primer día de safari y ya vimos un par de leones descansando entre la hierba. Pero lo mejor estaba por llegar. De repente, en una zona preciosa y super verde, nos dicen: “bajad del coche que ahora vais andando, os esperamos más adelante”. Nosotros, junto con varios guerreros masáis, bajamos del coche. Nos pusieron unas mantas encima, y sin camino establecido, empezamos a caminar. Sentimos una sensación de libertad y de contacto directo con la naturaleza inmediata. Estábamos pisando el mismo suelo que todos aquellos animales, sin barreras. Veíamos a los ñus, cebras y las gacelas corriendo a nuestro alrededor, y fue brutal.
Esto, en los Parques Naturales, no se puede hacer.
Ese walking safari fue la primera gran diferencia con los safaris en Tanzania, donde no pudimos bajar del coche mientras hacíamos el safari. Eso se debe a que en Kenia, a pesar de estar en Masái Mara, no estábamos en la Reserva Nacional, sino en un área de conservación (Lemek). Es una zona donde viven masáis y donde ellos se pueden mover, y pueden pasturar a sus animales con total libertad.
Aquí tenéis un mapa, para poder identificar dónde están las zonas de conservación (donde, además de vida salvaje, vive la población local) y la Reserva Nacional del Masái Mara (donde no vive nadie y los hoteles están a las afueras).
Uno de los atardeceres más bonitos del mundo: en medio del masái mara
Después de andar unos 15 minutos, llegamos a un punto donde nos estaban esperando los dos coches con una hoguera, unas sillas y unas cervezas: espectacular.
Otro punto a favor de la zona de conservación de Lemek: al ser una zona donde los masái tienen el control del territorio, pueden hacer ciertas actividades típicas de su cultura en plena naturaleza, como por ejemplo, hacer hogueras y bailar alrededor del fuego. Os dejamos unas fotos de la puesta de sol:
Después de ver la mejor puesta de sol de nuestras vidas, alrededor de un fuego, con una cerveza en mano y el mejor de los entornos, volvimos a los coches para ir al campamento.
Por el camino nos encontramos un grupo de búfalos con sus crías que nos cortaban el camino. Fue un momento de nervios, ya que los búfalos, si van con crías, pueden ser agresivos si se sienten en peligro. Por suerte, nuestro guía supo cómo actuar en todo momento, apagó las luces y poco a poco los búfalos abrieron paso y pudimos seguir.
Llegamos al alojamiento y ya teníamos la cena lista. ¡Qué bien dormiríamos en nuestra primera noche en Kenia! Como dice nuestro amigo Dani Ku de Vivir en bicicleta: “¡Brutal familia!”
Segundo día de Safari
El segundo día fuimos a ver cómo los niños de la escuela hacían cánticos y alzaban la bandera de Kenia, una tradición que suelen seguir todos los colegios, cada mañana.
(El factor diferencial de hacer un safari solidario y responsable es poder ver el impacto positivo que tiene tu viaje en el territorio. En lugar de que el dinero se lo queden los empresarios (locales o no), éste se reparte entre los más necesitados: los niños y niñas de la comunidad. Es bonito ver cómo el turismo, llevado desde una manera responsable, sostenible, solidaria y muy consciente con el territorio, permite la escolarización de tantos niños y niñas).
Visitamos un poblado masái donde solo viven mujeres
Después de desayunar fuimos a ver otro de los proyectos que tiene la ONG. Se trata de una Manyatta (pequeño poblado masái) habitada por mujeres. Son mujeres que la ONG ha acogido después que hayan sido expulsadas de sus familias/comunidades por distintos motivos, algunas han sido maltratadas, violadas o repudiadas de su comunidad por no poder tener hijos.
Visitamos la Manyatta y el mercado de artesanías que ellas mismas organizan para los turistas. Las normas son muy claras: el dinero va íntegramente a la mujer que te ha vendido la artesanía y el precio no se negocia.
Nosotros compramos varias artesanías a distintas mujeres para poder repartir el dinero más equitativamente. Fue una experiencia muy distinta a otros mercados masái en asentamientos cercanos a las zonas de safari, donde, acostumbrados al turismo, negocias y pagas un dinero que nunca sabes quien se lo queda (generalmente se lo reparten entre el traductor, tu guía, el jefe de la tribu y la mujer que ha hecho la artesanía, que recibe la menor parte).
Visitamos a los Rinocerontes
Por la tarde fuimos a un santuario a ver una pareja de rinocerontes. Están vigilados 24 horas y 365 días al año por miedo que algún cazador furtivo los mate, ya que están en peligro de extinción. Se ve que el cuerno del rinoceronte está muy cotizado en países como en China, donde, algunos hombres muy ricos se creen que tiene propiedades afrodisíacas. En Kenia, la caza está prohibida, pero siguen habiendo cazadores furtivos saltándose la ley para comerciar con cuernos. Estos dos rinocerontes blancos, Kofi y Elisabeth, están protegidos por 6 rangers durante el día, y 8 durante la noche. Esta especie está muy amenazada.
Durante nuestra visita, se pasaron todo el rato comiendo hierba sin prácticamente mirarnos, se ve que son prácticamente ciegos. Con nosotros estaba Zacayo (nuestro guía), un ranger guía y otro ranger con una arma de fuego. En nuestro instagram, tenemos unos destacados de Kenia, y en ellos, vamos poniendo capítulos donde explicamos cada experiencia vivida allí. Aquí puedes ver el capítulo de la visita al santuario de rinocerontes blancos.
Historias de nuestro guía masái
A la vuelta, William nos llevó al sitio donde de pequeño, yendo en bicicleta chocó contra un elefante. Nos explicó historias de su infancia, y de cómo empezó el proyecto, dando clases a los niños de su comunidad apuntando la lección en un árbol. Es increíble la evolución de este proyecto, y el positivismo y perseverancia de William.
Al final, se nos hizo de noche y pudimos volver a disfrutar de una maravillosa puesta de sol en el Masái Mara.
Tercer día en Kenia: Safari durante todo el día
Nuestro tercer día de safari en Kenia lo teníamos marcado en negrita porque era el día de full day safari. Salimos con el Toyota 4×4 y enseguida empezamos a ver animales.
Entre los animales y una zona con árboles, había una jirafa delimitando la zona de pastura. William observando a los animales, sobre todo a la jirafa, intuyó que en la zona de los árboles se escondía algún depredador. La jirafa, con su privilegiada perspectiva, era la “alarma” para el resto de animales y, en medio, una prudente zona de seguridad donde no había nadie.
Así pues, fuimos directos a los árboles, ¿Tendría razón William? ¿Qué depredador encontraríamos?
Otro punto diferencial es que en esa zona de Kenia, los 4×4 pueden ir por donde quieran saliendo de los caminos y, por lo tanto, te puedes acercar más a los animales. Así que William nos llevó detrás de los árboles, no tardó mucho en ver lo que se imaginaba: una gran familia de leones descansando en la sombra. ¡Espectacular!
Los primeros leones del safari:
Estábamos solos con los leones, nosotros y ellos, sin ningún otro turista. Estuvimos con ellos unos 15 minutos a 10 metros de distancia, en silencio absoluto, ya que el ruido les molesta y se pueden enfadar.
Almuerzo en medio del Masái Mara
Se hizo la hora de almorzar. Y como siempre, los masáis nos volvieron a sorprender… Nuestro cocinero Rongo nos estaba esperando debajo de un árbol con la mesa puesta y la comida hecha. En medio del Masái Mara, rodeados de verde, quizás el restaurante mejor situado del mundo. Además, la comida era excelente.
Os aseguramos que la foto no hace justicia a la inmensidad y a la belleza del lugar. Y la pregunta es ¿Y los turistas? Pues no, otra vez estábamos solos, Raquel, Rosa, William y yo.
Después de comer aprovechamos para entrevistar a Rosa y a William para Trip to Help (en breve colgaremos las entrevistas) y una vez finalizadas las entrevistas, continuamos el safari.
Safari por la tarde
Y sin saberlo, aún no habíamos vivido lo más espectacular.
Nos encontramos una joven pareja de leones que según William estaban de Luna de Miel. Desaparecen unos 15 días, se alejan de la manada, y no hacen nada más que descansar y estar jutnos, apenas comen. Estuvimos haciéndoles fotos, pero como no se movían, fuimos a dar una vuelta y nos encontramos a un león solitario, más maduro y más viejo.
Lo estuvimos siguiendo durante un buen rato, hubo un momento que nos pasó, literal, por detrás de nuestro coche. Cuando un león pasa tan cerca de ti, se crea un momento de silencio brutal juntado con emoción y adrenalina. Mientras tanto, un poco más lejos los rangers (vigilantes) estaban tomando la fresca fuera del coche.
El momento más impactante del safari
William sugirió ir otra vez a la pareja de leones que estaban de “Viaje de novios”. Aceptamos la propuesta. Esta vez nos encontramos a la pareja un poco más despierta. De repente, en un movimiento aparentemente improvisado, el león se pone detrás de la leona y empiezan a practicar sexo delante de nosotros. ¿En serio? ¡No dábamos crédito!! Estábamos solos, a 10-15 metros y ellos sin ningún tipo de vergüenza (obviamente). Incluso William y Rosa se quedaron de piedra, y es que, ver una imagen así no se ve a menudo, aunque estés acostumbrado a hacer safaris a diario. Aquí tenéis el video:
Cuarto día de safari en Kenia
Safari a pie por el Masái Mara
Después de las emociones del día anterior, hoy nos tocaba un walking safari por el Masái Mara. Tenemos que reconocer que estábamos un poco nerviosos (sobre todo yo, Xavi), ya que teníamos por delante 2-3 horas de excursión por la sabana y sin coche. Nos acompañarían dos masáis guerreros.
Salimos del alojamiento y empezamos a andar. Primero cruzamos distintos poblados sin ver ningún animal, pero hubo un punto en que dejamos atrás a los últimos asentamientos. Andamos cruzando la sabana mientras los ñus, cebras y gacelas nos miraban con curiosidad.
Cruzamos una zona donde habitaban hienas. Las hienas nos miraban desde la distancia sorprendidas de nuestra presencia, pero en ningún caso se nos acercaron… los masáis nos comentaron que las hienas son principalmente carroñeras y que no atacan al ser humano.
Más adelante, nos esperaraba Jonathan con el desayuno y con el coche para volver a nuestro alojamiento.
Misa Masái
Después de desayunar fuimos directamente a nuestra primera misa masái. ¿Te imaginas una iglesia y/o catedral o algo por el estilo? Pues no, era un local típico de la zona en sin ningún tipo de lujo.
Fue una misa larga, al principio había 3 mujeres cantando con el volumen a tope, luego todas las mujeres empezaron a bailar, incluida Raquel. Bailaron niños y niñas. También hubo tiempo para que el pastor de la iglesia dijera unas palabras. Evidentemente, no entendíamos nada de lo que decían, pero Jonathan de vez en cuando nos iba traduciendo. Fue muy curioso de ver, como hacen de la misa, una celebración muy vivida. A la salida, una mujer masái se acercó a Raquel y le dio su collar, fue muy emotivo. Más tarde descubrimos que este tipo de collar se da para que en un futuro, la persona que lo ha recibido se lo dé a sus hijos. ¿Percibió aquella chicha que Raquel estaba embarazada? Mágico.
El cristianismo y los masáis
Por cierto: ¿te estás preguntando cómo es que los masáis celebran misas cristianas? Sí, nosotros también tuvimos la misma pregunta. La cultura masái, como todas, está en constante evolución y fluctuación con otras culturas. Ellos siguen creyendo en el poder de la naturaleza, pero por influencia de los misioneros que fueron a varios países de África años atrás, muchos se convirtieron al cristianismo. No es un cristianismo como el que podemos conocer aquí, siguen teniendo sus creencias, y algunos hombres siguen siendo poligámicos. Pero en este caso, creen en un Dios.
Después de la misa, volvimos al alojamiento. Rongo volvía a tener la comida lista para nosotros y, como siempre, buenísima. Teníamos que coger fuerzas, por la tarde iríamos al río Mara a ver la salida de los hipopótamos y acamparíamos en una zona donde solo podemos hacerlo nosotros gracias a William. Nos esperaba otra vez un safari lejos del resto de turistas.
Visita al río Mara
De camino al río aprovechamos para hacer un poco de safari, los rayos de sol atravesando a las nubes creaban una luz y un color en la sabana preciosos.
Empezó a llover (en plena época seca, nada habitual) y por arte de magia aparecieron los animales que aún no habíamos visto, el guepardo y el elefante.
Era un grupo de elefantes muy grande al cual William no quiso acercarse mucho. Nos comentó que hay que tener mucho cuidado con los elefantes, que si se enfadan pueden ser peligrosos. Fue un discurso distinto al que nos dio nuestro guía en el Safari en Tanzania, ya que en el Parque Nacional de Tarangire nos pudimos acercar mucho a ellos y a priori no eran peligrosos. Sinceramente, nos creemos mucho más a un Masái como William que no al guía que nos llevó de safari por Tanzania en nuestra primera vez en el país, un chico de la ciudad de Arusha. ¿Por qué? Los Masáis han vivido desde hace siglos rodeados de animales, conocen sus comportamientos y sus peligros. En cambio, un guía de Arusha o de Nairobi, aunque tengan conocimientos, no han vivido con ellos desde la infancia.
Nos coge la lluvia
La familia de guepardos parecía que había decidido refrescarse con la lluvia, ya que estaban super expuestos cuando lo normal es que estén escondidos entre los árboles.
La buena noticia es que por fin vimos elefantes y guepardos, la mala, es que estaba lloviendo mucho y tocaba acampar en el río Mara. Fuimos hacia el río y la lluvia seguía. Los caminos empezaban a estar impracticables por el agua y el barro que se mezclaban y hacía patinar las ruedas del coche.
Llegamos el río Mara y los hipopótamos estaban saliendo. Pero la lluvia nos estaba rompiendo el plan, no pudimos salir a tomar fotos, ni sentarnos tranquilamente mientras tomábamos una cerveza. William nos llevó al sitio donde teníamos previsto acampar, allí cenaríamos debajo de una intensa lluvia. Llegamos y nos encontramos a Rongo, Zacayo y a otros compañeros con una sonrisa de oreja a oreja y cocinando con paraguas… ¿cómo podían estar de tan buen humor con la que estaba cayendo? Nos sirvieron la cena y William con buen criterio ya nos dijo que no podríamos pasar la noche allí. Pero nos lo pasamos en grande, cenamos con ellos, y las risas por la situación inusual no nos las quita nadie. ¡Sorpresas que hacen que viaje sea más que memorable!
Nos encontramos un Jeep 4×4 atrapado en la sabana en medio de la noche
La vuelta en coche fue una auténtica aventura, cada vez había más barro, era de noche, llovía, y los caminos desaparecían. Los masáis se lo pasaban bien, y viendo que nosotros también nos reíamos, ellos aún hacían más bromas. Nos cruzamos con algunos hipopótamos que habían salido a comer, hasta que finalmente cogimos la pista que nos llevaría al lodge.
Por el camino vimos a otro coche haciendo luces de aviso, se había quedado clavado en algún sitio de la sabana, de noche, lloviendo y probablemente con turistas dentro. William no quiso acercarse, dijo que su responsabilidad era dejarnos al alojamiento y que no quería tomar riesgos. Luego en el lodge, cuando le pedí más explicaciones (me sentía un poco mal por haber dejado un coche allí) nos dijo que hay gente que se mete por sitios donde no se debe meter, porque no saben y luego cuando hay barro se quedan atrapados y que ya iría alguien de su compañía a ayudarlos.
Quinto día de safari en Kenia
Con malestar y fiebre
Nuestro quinto día en Kenia no fue el mejor. El resfriado/gripe que habíamos cogido el primer día empezó a golpearnos con más fuerza. Tanto Raquel como yo nos encontrábamos mal, algo de febrícula, y en mi caso mucha dificultad en respirar. ¿Por qué? Porque no habíamos cogido ropa de abrigo, y en junio, allí, hace fresco. Consejo viajero: no porque vayas a África vas a pasar calor. Es un lógico, pero suele pasar. Te coges una sudadera y ya. Y no. No vale. Por suerte teníamos medicación, y dejaron a Xavi un ventolín para que pudiera respirar un poco mejor. Aprovechamos el día para descansar y estar con los niños de la escuela Adcam Vision School.
Por la tarde, a la hora del recreo, Raquel se quedó con las niñas, y yo, con los niños. Jugamos a futbol, lo que pude, y Raquel aprendió a bailar como lo hacían las niñas, y cantaron en masái, inglés y castellano.
Sexto día en Kenia
Nuestro último día de Safari en Kenia fue de despedidas. La avioneta salía a las 11:20 y seguíamos encontrándonos mal. Pasamos las primeras horas del día haciendo fotos al campamento y descansando un poco. Nos esperaba un día de viaje largo. Primero una avioneta hacia Nairobi. En Nairobi tendríamos a un taxi privado esperándonos para ir a Arusha (Tanzania) y allí nos esperaría otro coche de la ONG de Tanzania para llevarnos a Hillside Retreat en Momella. Muchas horas en las que esperábamos poder descansar aunque fuera dentro de un vehículo.
Todo fue bien y llegamos bastante descansados a Tanzania. Además, Lukas del proyecto de Tanzania, ya nos esperaba con los brazos abiertos y la cena preparada.
¿Cuántos días necesitas para hacer un safari en Kenia?
En Tip to Help recomendamos hacer un Safari de mínimo 4 días y máximo de 6 días en Kenia. Así tienes varios días y te aseguras ver el máximo de animales en libertad. Tened en cuenta que la zona donde está nuestro campamento es una zona de conservación dentro del Masái Mara y que los animales se mueven libremente por amplísimas áreas de la sabana. Si haces solo 1-2 días, lo disfrutarás mucho, pero quizás no veas alguno de los Big Five.
Para ahorrar dinero es importante planificar el viaje a Kenia con antelación, así pagarás menos en el avión y podrás asegurar disponibilidad en los mejores alojamientos.
Mejor época para viajar a Kenia
Si quieres hacer un safari y es tu primera vez, lo mejor es que evites los meses de lluvia. Aunque para los masáis es una bendición, para ti como viajero puede ser un problema.
Si llueve, el safari es más incómodo, ya que no puedes abrir el techo para hacer fotos, además de perder visibilidad por la lluvia, los caminos se llenan de barro y los coches sufren más. Como comentamos más arriba, a nosotros nos llovió un día en junio (época seca), tuvimos que anular el plan de acampar delante del río, aunque igualmente fue una aventura y lo disfrutamos, si hubiera llovido cada día hubiera sido un problema.
Los mejores meses para hacer un safari en Kenia:
- Enero y febrero: ✅ Es verano y época seca. Por lo que son dos meses ideales para hacer un safari en Kenia.
- Marzo: ⚠ Pueden aparecer las primera lluvias, aunque intermintentes. Sigue siendo un buen mes para viajar: hay menos turistas y es todo más relajado.
- Abril y mayo: ⚠ Los meses más lluviosos de todo el año. Son los meses menos recomendables del año. Aunque con el cambio climático ya no llueve como antes…
- Junio: ✅ Empieza el invierno y el “frio” por las noches. Es un mes a priori seco, pero a nosotros nos llovió una tarde hasta la noche. El clima y las lluvias han dejado de ser previsibles como lo eran hace unos años. Para nosotros Junio fue un buen mes, ya que nos encontramos muy pocos turistas y veíamos los animales con total tranquilidad.
- Julio – Octubre: ✅ Es época seca y no hace tanto calor ya que es invierno y principios de primavera. Julio y Agosto son los meses con más turistas, si puedes viajar en Septiembre y Octubre es ideal ya que sigue siendo temporada seca y el número de viajeros es menor.
- Noviembre: ⚠ Noviembre es el mes de las “Shorts Rains”, lluvias cortas que acostumbran a aparecer por la tarde. Es temporada baja y los hoteles tienen precios más baratos.
- Diciembre: ✅ Empieza el verano y la temporada seca. En Navidades se llena de viajeros que quieren hacer safari por Kenia.
¿Qué llevar en la mochila durante el Safari?
En este punto te daré los consejos básicos. Ten en cuenta que depende de la época que viajes, variará un poco lo que debes llevar. Empezamos por lo básico:
– Cámara fotográfica
Tráete la mejor cámara que tengas y sino tienes pide prestada una. Un I-phone no es una opción para hacer un safari. Me explico, si tienes un móvil de última generación, lo usarás, harás videos y fotos, pero cuando tengas que hacer zoom, es decir en la mayoría de las veces, tendrás un problema. Es imprescindible una cámara con un buen zoom. Nosotros, que no somos fotógrafos, nos compramos la CANON Powershot 3gx. La Canon Powershot 3gx es una cámara digital compacta con muy buen zoom para ser pequeña, lo que permite acercarse a los animales y tomar excelentes fotos. Es fácil de usar, resistente y su precio es de unos 600-800€ depende de la tienda. Casi todas las fotos que hay en este post, como ese atardecer, son tomadas con la Canon.
– Prismáticos
Normalmente el conductor lleva unos, pero los tendréis que compartir, así que mi recomendación es tener unos prismáticos cada 2 personas.
Te permitirá ver los animales con todo detalle y con mucha más tranquilidad.
– Qué ropa llevar durante el Safari
La ropa es uno de los temas más complicados de gestionar durante el safari. En el Masái Mara, por las noches y por las mañanas, hace frío, sobretodo si viajas en invierno. En cambio, durante el dia, cuando el sol pega, puedes llegar a tener una insolación. Por lo que necesitarás varias capas, chaqueta para las noches que te proteja del frío y del viento, y gorra durante el día para protegerse del sol.
Yo soy muy fan de los típicos pantalones de trekking que tienen una cremallera y se hacen cortos o largos segun quieras. Siempre me llevo un par de ellos (los únicos que tengo). Un par de jerseis, una chaqueta, calcetines de entre tiempo y unas buenas zapatillas o botas (recomendable que sean tipo trekking).
Por último, es recomendable llevar un buen pijama por si duermes en carpas sin calefacción. Aunque tengas mantas, siempre es mejor ir bien abrigadito 😊.
– Otros complementos o accesorios que necesitarás en tu viaje a Kenia
- Gafas de sol
- Crema solar
- Protección anti-mosquitos: Aunque en temporada seca casi no hay, y menos en las zonas de safari, que están altas sobre el nivel del mar.
Si quieres más info, te recomendamos que leas este post sobre qué llevar a un safari.
¿Cuál es la mejor zona para hacer un safari en Kenia?
Esta pregunta es de difícil respuesta, y nosotros no la podemos responder porque no conocemos todos los Parques Nacionales de Kenia. Pero Rosa, la responsable de la ONG sostiene que la zona de la zona de conservación es mejor que los Parque Nacionales de Kenia por varios motivos:
- Es una zona mucho menos turística, por lo que podrás ver los animales sin que estos estén rodeados de vehículos 4×4.
- Puedes salir de los caminos y pistas marcadas por los vehículos. Hecho que no puedes hacer en ningún otro Parque Nacional. ¿Ventajas? Puedes acercarte a los animales y la sensación de libertad no tiene nada que ver.
- Es un área donde viven los Masáis, por lo que el contacto con ellos y el impacto positivo que genera el safari para la comunidad masái (siempre y cuando sea un safari solidario) lo puedes ver en primera persona.
- Algunas guías de renombre internacional, como comentábamos, explican que hay animales están saliendo de los Parques Nacionales buscando zonas con menos turismo, como las zonas de conservación.
Nosotros, podemos comparar los Parques Nacionales de Tanzania con la zona del Masái Mara y la verdad es que son distintos y ambos sitios tienen su encanto. Es difícil responder esa pregunta porque depende de varios factores. Hemos escrito una entrada en la que explicamos las diferencias y dónde es mejor hacer un safari, en Kenia o Tanzania.
Más información sobre la contratación de Safaris solidarios
Tened presente que solo trabajamos con ONG, que los beneficios van íntegramente a proyectos sociales que podréis ver y visitar durante vuestro viaje. Viajar, disfrutar y ser solidario es posible.
Seguros de viaje para hacer un safari en Kenia
Aunque hacer un safari es seguro, se recomienda, como en cualquier viaje, tener un buen seguro de viaje. Como lector de este blog, podemos ofrecerte un 5% de descuento en IATI y un 7% con Chapka. Ambas compañías son especialistas en seguros de viajes y son de absoluta confianza y profesionalidad. Elegir una u otra dependerá de lo que quieras cubrir y pagar, ya que, aunque se parezcan, tienen algunas diferencias. Para contratar el seguro con el descuento, solo tienes que entrar a través de nuestros links:
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¿Y nosotros qué ganamos? Como cualquier programa de afiliado, si contratas a través de nuestros links, las compañías nos pagan una pequeña comisión que nos ayuda a mantener el proyecto de Trip to Help.
Documentales sobre Kenia
Si aún dudas de hacer un safari en Kenia, o si lo tienes claro, te recomendamos este documental que podrás ver en Netflix.
En los episodios 1 y 2 de la segunda temporada, los fotográfos de la naturaleza Jonathan y Anglea Scott visitan el Masái Mara con nuestros guerreros masáis. William, nuestro guía (y el tuyo si viajas con Trip to Help), fue el guía que tuvieron durante los días de rodaje. Durante la grabación aparecen Zacayo, Jonathan, William y otros masáis de la comunidad.
Durante el documental, los fotógrafos detallan la vida de los animales y de los masáis que viven en armonía dentro de la reserva. Os dejamos el trailer de la segunda temporada:
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Hola:
Me gustaría hacer un safari con vosotros, ya que leyendo estas páginas, me aptece mucho esta experiencia.
Nosotros somo de Mallorca, somos maestros, pero no se realmente como lo tengo que hacer para poderlo organizar.
Hola Maria Teresa!
Aunque ya hemos hablado por teléfono, te respondo por si algún otro lector tiene la misma pregunta.
Para organizar un safari a Kenia, sólo nos tenéis que escribir un e-mail o un whatsapp y nos pondremos en contacto para hacer una llamada.
Un saludo y gracias por vuestro interés.
Hola,
Estoy buscando hacer un safari a en Kenia del 4/5 de agosto al 12 de agosto.
En Nairobi estaré desde el día 20 de julio donde haré un voluntariado hasta el día 4.
He visto vuestra web y me ha interesado.
Necesitaría más información