Tanzania es un destino que recibe a muchos turistas cada año debido a su espectacular naturaleza, la posibilidad de hacer safaris en sus parques nacionales, y sus playas. De hecho, en 2019 obtuvo 1,5 millones de llegadas, y su objetivo es llegar a los 5 millones en 2025. Sin embargo, como todos sabemos, el turismo puede tener un impacto negativo en el medio ambiente y sobretodo en las comunidades locales. Es por eso que cada vez hay más turistas que, conscientes de estos problemas, buscan la manera de hacer un viaje sostenible en Tanzania y que tenga impacto positivo en el territorio.

En este artículo os explicamos qué habría que tener en cuenta antes de viajar a Tanzania si queremos que nuestro viaje sea sostenible y respetuoso con el territorio.

Elige una agencia de viajes especializada en viajes sostenibles y de eco-turismo

Si viajas con agencia de viaje, busca una que ponga el foco en la sostenibilidad y en el respeto a la población local.
Esto no es simplemente ofrecer un guía local, o visitar un taller local de tejidos. Pero eso te lo explicamos más adelante.
La idea es minimizar el impacto ambiental y maximizar los beneficios para el territorio. Y no solo económicos directos, sino la calidad de vida. Por ejemplo, busca agencias de viaje solidarias que cumplan los siguientes requisitos:

1- Apoyo a las comunidades locales


Los turistas podemos apoyar a las comunidades locales de distintas formas. A la vez, debemos ser conscientes de que podemos tener un impacto negativo en ellas. Por ello, es importante preguntar qué tipo de turismo local e inmersivo haremos durante nuestro viaje sostenible en Tanzania y si será realmente un turismo respetuoso o no. Y la verdad es que es fácil caer en propuestas, agencias o turoperadores que nos ofrecen visitas a comunidades locales sin aportarles más que eso, una visita, o incluso perjudicarles con ello.

Entonces, ¿en qué nos podemos fijar cuando viajamos? 


La mayoría de veces, una agencia de viajes sostenible trabajará con pequeños proveedores locales, que repercutirán de una forma más equilibrada y ética los beneficios del turismo. Algunas agencias trabajan con ONGs que se financian, en parte, gracias al turismo. Y no estamos hablando de voluntariado, sino de viajes de ocio, de aventura o culturales, los cuales son organizados entre una agencia y el personal de una ONG. De esta manera, la ONG, además de crear puestos de trabajo destinados al turismo, consigue fondos gracias a los turistas, que luego invierte en sus proyectos, ya sean de educación, sanidad, empoderamiento femenino, u otros.

En Tanzania, se puede visitar proyectos comunitarios como escuelas, centros médicos, o centros artesanos donde podremos comprar directamente a la gente local y después hacer un safari con guías locales, contratados por la ONG, que tienen un sueldo digno. De esta forma, podremos interactuar con la gente local y conocer su cultura y su día a día en Tanzania, y podremos estar seguros de que nuestro viaje aporta. 

¿Y qué debemos evitar cuando visitamos comunidades?

Hay infinidad de agencias, grandes y pequeñas, que incluyen ciertas actividades con personas locales, las cuales luego no reciben una retribución justa. Y va más allá de eso: estas comunidades no son quienes deciden qué actividades hacer, cómo, o el precio. Son meras ejecutoras, la última parte de la cadena, o a veces, simples porta-mochilas. 

Si realmente queremos hacer un turismo que apoye a las comunidades locales, debemos buscar propuestas que las respeten y contribuyan a su empoderamiento. ¿Y cómo? Haciéndonos estas preguntas:

– ¿La comunidad local ha decidido realizar esa actividad?

–  ¿Las comunidades con las que trabajan, y que nosotros visitamos, aceptan y quieren que se haga esa actividad?

¿Han formado parte del diseño de esa actividad, y de las decisiones para la definición de la ruta, por ejemplo?

– Las personas que van a ser nuestros guías, ¿tienen un sueldo digno? ¿Tienen un sueldo fijo, o dependen de nuestras propinas?

– La actividad está diseñada para que el conjunto de la comunidad se beneficie de alguna forma, ¿o bien sólo es una persona la que recibe todo el beneficio?

– ¿Aporta nuestra visita un impacto que luego se traduzca en puestos de trabajo, mejor calidad de vida, aporte para la educación, la asistencia sanitaria o las necesidades concretas de esa comunidad? 

Si la respuesta es “no”

el viaje no será sostenible social ni culturalmente. La propuesta de esa agencia te invitará a visitar una comunidad que prácticamente ha sido sometida a realizar esa actividad, por obligación. Seguramente nadie les ha puesto una pistola encima para que lo hagan, pero se han visto obligados, por la presión y el impacto del turismo, a realizarla. Y lo que es peor: no han decidido, estando en su propia tierra, cómo hacerlo, cuál es el precio que debes pagar tú y qué beneficio obtienen ellos. Se han convertido en una parada turística, sin tener ningún control de ello. Y ahora, dependen de tu visita, para recibir una miseria y sin poder liderar nada, ni mejorar sus condiciones. 

Aprendizaje:

Ojo cuando hablamos de visitar comunidades locales. Hagámoslo preguntándonos todo esto, o estaremos perpetuando la dependencia, la desigualdad,  y la explotación de territorios por parte de quienes llevan turismo, en vez impulsar el empoderamiento de comunidades, su progreso y liderazgo en la explotación de su tierra. 

La problemática con el turismo a poblados masáis

Un ejemplo en el que podemos encontrar infinidad de prácticas negativas en cuanto a la visita de comunidades locales es con los poblamos masái. Tanzania, por ejemplo, cuenta con un considerable porcentaje de población de cultura masái. Las tribus masáis se han visto desplazadas fuera de los parques nacionales ya que los gobiernos han “cerrado” los parques para los turistas como nosotros. Donde antes vivían masáis y animales en libertad, ahora sólo viven animales.

Los masáis son semi-nómadas, es decir, van creado sus poblados en función del clima y los recursos existentes. Ahora bien, hubo un momento en el que ellos no decidieron migrar hacia otro punto, sino que fueron expulsados, para delimitar estos parques nacionales. Esto ha llevado a que muchos poblados masáis se hayan desplazado a las afueras e intenten captar la atención de los turistas que salen o entran de los parques, de forma obligada, ya que se les ha obligado a salir de su día a día y sus actividades, por imposición del turismo. Algunas tribus abren sus puertas a los turistas que van al Serengueti, y visitarlos es totalmente lícito. No obstante, se generan dudas de si estas visitas a los poblados masáis que reciben turistas día sí y día también son éticas, sostenibles económicamente a medio y largo plazo, y con impacto positivo en las comunidades.

¿Son nuestras visitas turísticas respetuosas? ¿Hay racismo en nuestra visita?

Estas son algunas de las preguntas que nos tenemos que hacer cuando hacemos turismo consciente. ¿Dónde está el límite entre el “yo disfruto conociendo a otra cultura” y el impacto negativo en ellas?

Es un difícil equilibrio entre turista y cultura local donde siempre hay grandes distancias entre ambas partes. Y nosotros, como viajeros conscientes, tenemos que intentar que estas sean las mínimas para no afectarles negativamente, y sobre todo, hacerlo desde una posición de igualdad, lejos de esperar ciertas cosas de esa tribu con el deseo de que se comporten, vistan o digan lo que nosotros creemos o esperamos. Eso es clasismo, y racismo.

¿Un ejemplo?

Sorprendernos de que un masái lleve reloj, o un niño de la comunidad lleve zapatillas de deporte de X marca. En nuestro imaginario, desde una posición occidental, nos imaginamos a esa tribu como algo que no ha sido “contaminado” por nada de lo que nosotros tenemos. Y además cuando viajamos tan lejos, esperamos no encontrarnos con algo así, ¿no? Amig@s, sentimos deciros que el turismo o la globalización tiene justamente ese impacto, y esperar que nada cambie o quedarnos decepcionados ante una imagen así, es clasismo.

¿Inmersión cultural o visita intrusiva?

Alrededor de este escenario se genera un circulo vicioso entre líderes masáis (el poder), los guías, los conductores, los traductores y las agencias de viaje. Las agencias por elegir pasar por el poblado, el conductor por pararse, el guía local por negociar y llevarse más dinero que el masái, etc. Son inmersiones muy superficiales, de hecho, diríamos que no son inmersiones, sino simples visitas donde gastas un dinero en comprar unas artesanías, que luego no va directamente a quién la ha hecho, ni contribuye a ninguna actividad prospera.

Aunque te digan que el dinero va a las mujeres y a los hijos, no es así y se reparte de forma poco transparente. Y además nos tenemos que preguntar, ¿les apetece hacer el baile y recibir en su casa cada día a varios grupos de turistas como tú? ¿la visita te enriquece a ti como persona o te hace sentir un poco incómodo? ¿Preferirías hacerlo de otra forma, más equitativa y respetuosa, más inmersiva y menos intrusiva, pero no sabes cómo?

Alternativas de turismo masái con impacto positivo

Hay una forma de conocer la cultura masái de forma más respetuosa y más consciente. Antes de visitar a una comunidad, tenemos que tomar consciencia de lo que vamos a hacer. ¿Visitamos un asentamiento como los mencionados arriba, o visitamos a una comunidad masái que nos abre las puertas de forma no condicionada al dinero rápido del turista?

Ser exigentes con nuestra agencia de viajes

¿Nuestra visita ayuda realmente a la mejora comunitaria, económica, ambiental y social, teniendo en cuenta las 5P del turismo sostenible? 
Es un tema complejo y lleno de contradicciones, pero podríamos basarnos en lo siguiente: si aquellas personas que visitamos tienen cubiertos los derechos universales no nos importará tanto donde va nuestro dinero, ni quién se lo lleva, ni en qué lo invierte. Pero si no es así, lo mínimo que podemos hacer es fijarnos mucho en lo que contratamos para que los ODS se cumplan lo máximo posible. En pocas palabras, no es lo mismo visitar un pueblo de Noruega que una tribu en Tanzania. Y tus exigencias deben cambiar ante tu agencia de viajes, ya que si quieres viajar de forma respetuosa y positiva, tienes todo el derecho a exigir que te expliquen cómo lo hacen

Para que sea sostenible en el tiempo sin ser insostenible culturalmente somos los turistas los que tenemos el papel más importante.

Algunas rutas sostenibles en Tanzania

Las rutas que verás en Trip to Help se hacen con comunidades masái empoderadas, que junto a ONGS locales, organizan estas visitas, con el beneplácito de la comunidad. Además, los beneficios de estas visitas repercuten a la totalidad de la comunidad, en forma de educación, de sanidad, alimentación, mejora de las condiciones de salubridad o acondicionamiento de pozos de agua. 


Si queréis conocer la cultura masái de forma responsable y respetuosa podéis ver los siguientes enlaces de viajes sostenibles por Tanzania:

intercambio de cultura con respecto entre una masái y una persona occidental.

2- Elige alojamientos sostenibles durante tu viaje a Tanzania

Busca alojamientos que estén comprometidos con la sostenibilidad social y ambiental. Algunos eco-lodges tienen prohibido los plásticos, tienen políticas de reutilización del agua, generan electricidad con placas solares y además dan trabajo a la gente del territorio. Fíjate en ello.

Si vas a alojamientos sostenibles te aseguras que estás contribuyendo positivamente al mantenimiento y al desarrollo de la economía local. Un ejemplo de alojamiento sostenible es el Masai Lodge para conocer la cultura masái desde dentro,  en la región del norte de Tanzania (abajo las fotos). Es un alojamiento construido y regentado por masáis, que da trabajo a la comunidad masái y que dedica sus beneficios a los proyectos sociales que tiene la ONG, propietaria del lodge, en la comunidad.

Y obviamente, los plásticos están prohibidos y la comida es 100% natural y local.

Ambos alojamientos los podéis reservar a través de Trip to Help. Contáctanos para más información.

3- Aprende sobre la vida salvaje y la conservación del medio ambiente

Tanzania es conocida por sus safaris, y la naturaleza de sus parques nacionales y reservas naturales. Los turistas buscan ver animales en libertad, como los Big Five. Hay empresas que, por ejemplo, trabajan con guías locales como los masáis, con gran conocimiento de la flora y fauna autóctonos, sus ritmos y ciclos, que apoyan la conservación y evitan el acoso a los animales. Aprender de un masái es doblemente gratificante, ya que son ellos los que han vivido con estos animales durante siglos y siglos, qué mejor que ellos para que nos enseñen su territorio, la vida salvaje y la conservación del medio ambiente.

4- Contribuye a la protección del medio ambiente

Si quieres que tu viaje a Tanzania sea el máximo de sostenible posible, intenta reducir tu impacto ambiental. Por ejemplo, no uses botellas de plástico (puedes llevar botellas reutilizables, filtros o si no hay más remedio, comprar garrafas grandes para evitar las botellas pequeñas que se consumen rápido). O anda o ves en bicicleta en los trayectos donde el coche sea evitable y sé consciente de tus hábitos de consumo en el día a día. Un ejemplo: no es sostenible comer pescado en medio del Parque Nacional del Serengueti, ya que si te lo ofrecen es sólo para ti, el turista. Los locales sólo comen la comida que hay en el territorio, y el pescado en Tanzania se come en la zona costera, en Zanzíbar y en Kigoma y alrededores.

La importancia de viajar de forma sostenible a países en desarrollo como Tanzania

Como hemos comentado antes, cuando visitamos un país en desarrollo es aún más importante que nuestro viaje sea sostenible. No es lo mismo ir a Noruega, país con un PIB por cápita muy elevado, que viajar a Tanzania u otro país africano.

  • Hay generalmente una mayor vulnerabilidad ambiental: Los países en vías de desarrollo a menudo se enfrentan a mayores desafíos ambientales como la deforestación, la contaminación del agua o la pérdida de biodiversidad. Además, al tener menos recursos y menos capacidad para mitigar los impactos ambientales negativos, las hacen más vulnerables. Por lo que si viajamos a Tanzania, depende de nosotros reducir nuestro impacto ambiental y apoyar a la conservación de los recursos naturales.
  • Mayor vulnerabilidad social: Como comentábamos en los puntos anteriores, las comunidades locales en países como Tanzania, se enfrentan a la pobreza, la falta de acceso a agua potable, a la educación o a la atención médica. Al elegir viajar de forma solidaria y responsable, como por ejemplo, alojándonos en sitios donde se apoya directamente a la comunidad, estaremos contribuyendo a su desarrollo sostenible y a mejorar su calidad de vida.
  • Impacto económico positivo: el turismo sostenible debe tener mayoritariamente un impacto positivo en las comunidades locales, creando empleos remunerados, oportunidades de negocio y justicia económica y social. No sólo es tener proveedores locales, sino que estos se organicen en forma cooperativa o de ONG para los beneficios del turismo se reparten entre la comunidad.

Conclusiones

En resumen, cuando viajamos es importante ser conscientes de nuestro impacto en los territorios visitados, pero se hace aún más relevante cuando vamos a lugares en vías de desarrollo como Tanzania, ya que nuestro impacto aún puede ser mayor, tanto en positivo como en negativo. Es importante hacer un esfuerzo en ser más conscientes y responsables socio-ambientalmente cuando viajamos a países como Tanzania.

Si quieres ver distintas opciones de viajes respetuosos y sostenibles en Tanzania puedes verlos en el siguiente enlace:

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